Puro sentimiento.

Arden mis mejillas por las lágrimas que manan de estos ojos rotos de ver tantas sinrazones, hieren sin piedad los llantos ahogados que no se atreven a hacer ruido, por temor a ser oídos por gente insensible que los aguardan. Sonrío y me siento feliz, porque éstas lagrimas son de aprecio no de angustia… son el producto de tanto amar. Soy afortunada… sé que existe el auténtico amor, cándido, sano, sé a que saben los verdaderos abrazos, los sinceros y no los comprados con dinero o regalos… sé amar, más allá de lo que había previsto. Afligidos han de sentirse quienes no lo comprendan, porque donde solo hay furias y malas acciones no cabe el gozo de percibir ternura en el alma y paz en la conciencia. Somos el resultado de nuestras acciones.

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