Un instante en la noche.

No lo puedo evitar, me hipnotizan las barquitas. Me traen recuerdos de la niñez, felices por unas horas y con olor a mar. Cierro los ojos y me observo dormitando plácidamente en una de ella, cubierta por un manto de estrellas y notando la suave caricia de la brisa marina en mis mejillas. Las barcas son para mí ese paréntesis en mi vida que necesité vivir, para endulzar mis recuerdos y saber que pertenezco por siempre al mar, siempre que las estrellas me protejan…

Vistas de página en el último mes